YOSPER, AUSTRALIA.-.- La Policía de Australia reportó este miércoles el fallecimiento de una mujer de 95 años, quien padecía demencia senil y fue sometida con una pistola táser por un oficial de policía la semana pasada, cuando portaba un cuchillo dentro de una residencia de ancianos.
«Con profunda tristeza, confirmamos el fallecimiento de Clare Nowland, de 95 años, esta noche. La señora Nowland falleció pacíficamente en el hospital», informó la Policía de Nueva Gales del Sur en su página de Facebook.
La Policía destacó la huella que la mujer dejó en su comunidad y resaltó que la familia ha solicitado privacidad en estos «momentos difíciles».
El oficial que utilizó la pistola táser para someterla, después de acudir a una llamada de emergencia en la residencia de ancianos ubicada en Cooma, a unos 430 kilómetros al suroeste de Sídney, ha sido suspendido de sus funciones.
El incidente ocurrió la semana pasada, cuando el agente, con 12 años de experiencia y cuya identidad no ha sido revelada, junto a un compañero, respondieron a la llamada que alertaba sobre la presencia de una mujer «armada» con un cuchillo.
Ante la negativa de la anciana de soltar el cuchillo y su aproximación «lenta» hacia los agentes con su andador, el oficial le disparó con la pistola táser en el pecho y la espalda, lo que provocó que la mujer, que pesaba aproximadamente 43 kilogramos y medía 1,57 metros de altura, cayera y se golpeara la cabeza.
Tras el incidente, que causó conmoción en el país, la anciana fue ingresada en el hospital y las autoridades iniciaron una investigación.
Este caso ha vuelto a poner de relieve la polémica sobre el uso de las pistolas táser por parte de la Policía australiana, que ha sido cuestionado por organizaciones defensoras de los derechos humanos como Amnistía Internacional.
En 2012, el estudiante brasileño Roberto Curti perdió la vida en Sídney después de recibir 14 descargas eléctricas por parte de la Policía. En 2014, un tribunal del país encontró culpables a cuatro agentes por el uso excesivo de la fuerza que resultó en la muerte de Curti, quien sufría un episodio psicótico tras haber ingerido una sustancia psicotrópica.