YOSPER, NUEVA YORK. – La Corte Superior de Fall River (Rhode Island) sentenció a cadena perpetua a una dominicana de 18 años.
Se trata de Heavenly Arroyo, quien se declaró culpable el pasado jueves por la muerte a estocadas de una mujer que en vida respondía al nombre de Ana Vásquez Rodríguez.
El crimen, registrado el pasado 06 de octubre de 2019, la victimaria irrumpió en la habitación de la malograda fémina y haciendo uso de dos tijeras le propinó 70 puñaladas.
La fenecida estaba postrada en una cama después de sufrir un derrame cerebral.
La magistrada Renee Dupuis, ordenó la pena en la persona de la asesina confesa con posibilidad de libertad condicional cuando cumpla 19 años en prisión.
Tras un acuerdo con la fiscalía, la criolla admitió su culpabilidad por asesinato en segundo grado y tenencia ilegal de un arma.
«¡Maté a la anciana, apuñalé la anciana!», expresó la hoy privada de libertad.
Según informaciones, la custodia de Arroyo estaba en disputa, porque a los 15 años, cuando le quitó la vida a la occisa, no podía ser controlada por sus padres.

El homicidio se originó en una residencia ubicada en la calle Johnson propiedad del tío abuelo de la asesina, quien había tomado la custodia de la imputada a petición de la progenitora de la encartada, una semana previo del horrendo hecho.
Trascendió que la malograda víctima era la «madre de la novia del tío abuelo».
El fiscal del distrito del condado Bristol en Fall River, Thomas M. Quinn III, informó mediante un comunicado que «el 06 de octubre, el tío abuelo y su novia planeaban llevar a Arroyo a Nueva York para visitar a otro pariente y obtener algunos documentos legales para ayudar a la pareja a obtener formalmente la custodia».

El viaje se retrasó debido a problemas con el vehículo y a medida que avanzaba el día, la joven estaba cada vez más agresiva e impaciente.
Posteriormente, en horas de la tarde, la sentenciada extrajo un par de tijeras de la cocina, subió a la habitación de la víctima y la mató.
«En el momento del asesinato, la única otra persona dentro de la casa era el nieto de la víctima, que estaba jugando un videojuego con un auricular puesto. Después de matar a la víctima, Arroyo se duchó, se deshizo de su ropa que tiró contenedor de basura cercano y le dijo al nieto de la víctima que su abuela no estaba bien», detalla el reporte.
«Tenía 15 años en ese momento y sufría de problemas de salud mental. Sin embargo, los hechos del caso muestran claramente que ella es un peligro para la comunidad y la sentencia de prisión estatal es apropiada», subrayó la fiscalía.
«No hay nada que ninguno de ellos pudiera haber hecho para evitar que ocurriera este terrible incidente. Espero que la resolución de este caso les traiga un cierre y puedan tratar de seguir adelante con sus vidas», añade el comunicado.