Un caldo de pollo antiviral, es una de las recetas más deliciosas para esos días en los que un resfriado no nos deja levantarnos de la cama.
También es una de las maneras más deliciosas de prevenir gripes, resfriados y es un potente reconstituyente.
Para reponer energías luego de una sesión de ejercicios, un fuerte día de trabajo o una noche de fiesta muy animada. Esta exquisita receta recuperará las fuerzas perdidas y te dejará como nuevo.
Según los datos de la OMS, nuestra salud, está desde hace muchos años en serio detrimento. Nuestra dieta de alimentos procesados y químicos conservantes, ha hecho seria mella en nuestra salud.
Hemos debilitado el sistema inmune y por supuesto, estamos pagando las consecuencias de habernos olvidado de la cocina tradicional de nuestros abuelos. Llenas de nutrientes y hechas de manera natural.
Esta es una receta especial, pues no solo es una receta deliciosa, sino que está cargada de remedios naturales.
Tiene ingredientes llenos de vitaminas y agentes que contrarrestan la acción de virus, bacterias y otros elementos dañinos para la salud.
Asimismo, esta sopa, es una de las cenas más ricas que existen. Además, es ideal para aquellos que están a dieta, para los pequeños o como un delicioso entrante de gran sabor.
Veamos, como hacer esta deliciosa receta de caldo de pollo antiviral. Sumado a este potente plato, vamos a aprender a hacer un delicioso salmón y una ensalada de frutas exquisita.
Ingredientes para un caldo de pollo antiviral
Receta para compartir
- 2 pechugas de pollo sin piel
- Sal a gusto
- Pimienta a gusto
- ½ taza de aceite verde
- 1 zanahoria
- 1 cebolla
- 1 brócoli
- 1 tallo de apio
- 4 dientes de ajo
- 1 pimiento rojo
- 1 raíz de jengibre
- 2 litros de agua
Nutrientes y propiedades de cada ingrediente
Cada uno de los ingredientes de este delicioso caldo de pollo antiviral, tiene un aporte energético, vitamínico y nutricional importante. Por separado, son altamente beneficiosos, pero cuando los unimos, se transforman en un poderoso remedio para cualquier enfermedad.
El pollo contiene proteínas, oligoelementos y una gran cantidad de aminoácidos de gran valor nutricional.
La zanahoria es rica en betacarotenos, potasio y fósforo. Además, aporta fibra natural y es una efectiva fuente de vitamina A.
A la cebolla se le atribuyen sustancias beneficiosas para la salud respiratoria, circulatoria y de las articulaciones. Su alto contenido en fructosa, es una fuente de glúcidos naturales.
El brócoli, al igual que el apio y todos los vegetales verdes, son ricos en vitamina C, hierro y antioxidantes.
Los ajos han sido usados como antibióticos naturales desde hace siglos. Ayudan a la salud cardiovascular y mejoran la circulación sanguínea.
Como hacer el caldo de pollo antiviral
Antes de comenzar a preparar esta rica receta de caldo de pollo antiviral, vamos a tener todo listo para comenzar la preparación.
En cuanto a los utensilios, solo vamos a necesitar una tabla de cortar, una olla grande y una cuchara de madera grande.
Vamos a cortar las pechugas de pollo en dados de más o menos 2-3 cm. La pechuga debe estar deshuesada y sin piel, para un mejor sabor.
Cortamos en trozos medianos el resto de los vegetales, el tamaño ideal es tal que puedan comerse con la cuchara de manera fácil y sin necesidad de cortar.
Separamos y reservamos cada ingrediente en un plato por separado.
Paso 1: El fondo del caldo de pollo antiviral
En una olla a fuego medio alto, vamos a agregar el aceite verde y lo vamos a dejar que tome temperatura.
Agregaremos los ingredientes de acuerdo a su textura y dureza. Es muy importante que entre cada ingrediente, dejemos un espacio de tiempo para que tomen temperatura y actúen de manera individual.
Por ello no agregamos todos los ingredientes al mismo tiempo, sino en una secuencia de sabor y textura.
Comenzamos con la zanahoria en trozos, la removemos para que se haga una fina capa caramelizada en el exterior.
Seguimos con el brócoli y la cebolla. Continuamos con el ajo picado en trozos pequeños de unos 5 milímetros.
Agregamos los tallos de apio y el pimiento rojo, removiendo con la cuchara para que vaya soltando su sabor y propiedades.
A continuación agregamos el jengibre en trozos. Dependiendo de tus gustos, puedes agregarlo entero y retirarlo al final o rallarlo para una mayor intensidad.
Los ingredientes de sabor fuerte como el jengibre y el ajo, entre más finos los cortes mayores será la intensidad del sabor.
Removemos todo muy bien de manera que se integren los sabores y las texturas.
Agregamos los dos litros de agua. La recomendación ideal para este paso, es agregar el agua en dos tandas.
En una primera parte vamos a agregar un tercio aproximadamente del agua para que ayude a despegar del fondo de la olla todos los sabores que han quedado.
Agregamos posteriormente el resto del agua. Para una mejor apariencia e intensidad de sabores, agrega el agua tibia o a temperatura ambiente.
Agregar agua fría, puede retrasar la cocción y afectar la textura de las verduras. Por ello, algunas veces podemos distinguir verduras blandas y con una textura gomosa al final.
El caldo de pollo antiviral, culmina cuando agregamos las pechugas de pollo y dejamos cocinar por unos 20-25 minutos.
Paso 2: Servir
Para asegurarte que cada comensal tenga todos los ingredientes, separa con el cucharón las verduras y el pollo.
Por último, completa con el potente caldo de pollo antiviral. Sirve en un plato hondo y asegúrate de servir mientras está caliente.
Este plato reconstituyente por sí solo, constituye una comida balanceada y muy nutritiva.
Para agregar mayor textura a este plato, sirve con unas rodajas de pan, galletas de soda o unos deliciosos tostones.
Plus: Una papilla a partir del caldo de pollo antiviral
Si ha quedado caldo de pollo antiviral en la olla. ¡Ni se te ocurra tirarlo!
Esto puede ser la base para una de las papillas más deliciosas que puedes tener.
En una licuadora, vierte el restante de caldo de pollo antiviral con un poquito de crema de leche, una cucharada de mantequilla, una papa hervida y una cucharadita de harina de trigo.
Licua a velocidad suave por unos 5 minutos o hasta obtener una consistencia cremosa y sin trozos.
Vuelca en una olla a fuego medio y remueve hasta llegar al hervor. Apaga el fuego y sirve acompañada de una cucharadita de queso parmesano y unos crutones de pan tostado encima.