Yosper. América del Sur es una de las tres grandes subregiones que conforman el continente americano, junto con América del Norte y América Central. Sin embargo, por su vastedad, su diversidad cultural y su historia diferenciada, muchas corrientes geográficas y educativas la consideran también un continente independiente, separado por el Istmo de Panamá.
Ubicada casi en su totalidad en el hemisferio sur, América del Sur se extiende desde el Mar Caribe hasta los confines de la Antártida, limitada por el océano Atlántico al este, el océano Pacífico al oeste y el océano Antártico al sur. Tiene una superficie superior a los 17 millones de kilómetros cuadrados, lo que la convierte en el cuarto territorio más grande del planeta, y alberga una población que supera los 440 millones de habitantes.
Una tierra de contrastes naturales
El relieve sudamericano es uno de los más diversos del mundo. En el extremo occidental se levanta la Cordillera de los Andes, la cadena montañosa más larga del planeta, que atraviesa casi todos los países del subcontinente desde Venezuela hasta Chile. En contraste, al oriente se extienden inmensas planicies y selvas tropicales, como la cuenca amazónica, considerada el mayor pulmón verde de la Tierra.

Entre sus paisajes se encuentran maravillas naturales de escala global, como el río Amazonas, el más caudaloso del mundo; el desierto de Atacama en Chile, uno de los más áridos; las cataratas del Iguazú en la frontera entre Argentina y Brasil; y la Patagonia, una región de glaciares, lagos y montañas compartida por Argentina y Chile.
La combinación de ecosistemas tan variados ha convertido a América del Sur en uno de los territorios con mayor biodiversidad del planeta, hogar de especies únicas como el jaguar, la llama andina, el cóndor, el guacamayo y el delfín rosado del Amazonas.
Países y territorios
El subcontinente está conformado por 12 países soberanos y un territorio dependiente europeo, la Guayana Francesa, que pertenece a Francia y forma parte de la Unión Europea.

Los países que integran América del Sur son:
Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, Ecuador, Guyana, Paraguay, Perú, Surinam, Uruguay y Venezuela.
Cada nación tiene características distintivas:
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Brasil es el país más extenso y poblado, de habla portuguesa y con una de las mayores economías del hemisferio sur.
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Argentina combina pampas fértiles, cordilleras y una fuerte identidad cultural ligada al tango y al fútbol.
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Chile, con más de 4 000 kilómetros de longitud, posee una geografía extrema, desde desiertos hasta glaciares.
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Perú conserva los vestigios del Imperio Inca, como Machu Picchu, y una de las gastronomías más reconocidas del mundo.
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Colombia y Ecuador son naciones de contrastes: montañas, selvas y costas en ambos océanos.
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Uruguay destaca por su estabilidad democrática y calidad de vida, mientras que Paraguay es un centro hidroeléctrico vital gracias a la represa de Itaipú.
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Venezuela posee vastos recursos energéticos y paisajes naturales como el Salto Ángel, la cascada más alta del mundo.
Diversidad cultural y lingüística
La riqueza cultural de América del Sur proviene de la mezcla de tres grandes raíces: indígena, africana y europea. En cada región, esa combinación ha dado origen a identidades únicas.
El español y el portugués son los idiomas predominantes, pero también se hablan lenguas originarias como el quechua, el aimara, el guaraní, el mapudungun y muchas otras, reconocidas oficialmente en varios países.
Las tradiciones ancestrales siguen vivas en las comunidades andinas, amazónicas y guaraníes, donde se celebran rituales agrícolas, danzas y festividades que reflejan una cosmovisión profundamente ligada a la naturaleza.

En el ámbito artístico, Sudamérica ha dado al mundo figuras literarias como Gabriel García Márquez, Mario Vargas Llosa, Jorge Luis Borges e Isabel Allende, así como una música que va desde el samba y la bossa nova brasileña hasta el tango argentino y la cumbia colombiana.
América del Sur ha enfrentado en las últimas décadas una evolución política y económica marcada por contrastes. Aunque es una región con abundantes recursos naturales —petróleo, minerales, agua y biodiversidad—, también ha sufrido desigualdades sociales y crisis institucionales.
No obstante, países como Chile, Uruguay y Brasil han impulsado políticas de innovación tecnológica y energías renovables, mientras que otros, como Colombia y Perú, han experimentado un fuerte crecimiento turístico y cultural.
El subcontinente también desempeña un papel crucial en la lucha contra el cambio climático, al albergar ecosistemas vitales como la Amazonía, que regula gran parte del equilibrio ambiental del planeta.
Aunque geográficamente forma parte del continente americano, América del Sur ha desarrollado una identidad diferenciada. En el sistema educativo latinoamericano se le considera un subcontinente, mientras que en Europa y Estados Unidos suele definirse como un continente independiente dentro del modelo de los siete continentes.
En cualquiera de las dos perspectivas, el sur del continente americano sigue siendo una región de inmensa riqueza cultural, natural y humana. Su historia de resistencia, mezcla y creatividad la ha convertido en un espacio donde conviven tradiciones ancestrales con modernidad, y donde el futuro se escribe día a día entre cordilleras, selvas y océanos.
América del Sur no es solo una región geográfica: es una identidad compartida, un punto de encuentro entre la naturaleza exuberante y la diversidad de los pueblos que la habitan. Un territorio que, pese a sus desafíos, sigue siendo símbolo de esperanza, belleza y unidad en el hemisferio sur.
el planeta.
